POR QUÉ HABLAR Y ESCRIBIR LATÍN HOY DÍA

Es sorprendente que la mayoría de la gente a la que se le pregunta por el latín tenga la idea de que fue tan sólo la lengua que hablaban los antiguos romanos.
Son muchos incluso los maestros y profesores que siguen repitiendo tan inexacta afirmación, de manera que la mayoría de las personas, incluso las que poseen una buena formación académica, consideran que el latín ha sido y es desde hace siglos una lengua muerta y, como tal, inútil para las necesidades de la sociedad moderna. Ésta parece ser una de las razones por las que, en consecuencia, la enseñanza del latín se va eliminando progresivamente de los modernos planes de estudio.
Sin embargo, nada más alejado de la verdad si se echa un vistazo a la historia de las ciencias y la literatura occidental de los últimos veinte siglos y se observa el enorme vigor cultural de esta lengua y el papel fundamental que ha desempeñado en la transmisión de los saberes. No sólo no ha desaparecido, sino que ha ido enriqueciéndose con los años y convirtiéndose en un magnífico instrumento de comunicación y de cultura. El latín se ha hablado y se ha escrito ininterrumpidamente durante los últimos veinticinco siglos. Actualmente no faltan personas que, fieles a esta tradición y conscientes de las ventajas de tener una lengua común, siguen utilizándola habitualmente en sus actividades y relaciones personales.
Algunos suelen sorprenderse de que haya quien prefiera servirse del latín para comunicarse, habiendo como hay multitud de lenguas modernas aptas para tales fines. Sin embargo, no hay que olvidar que la mayoría de ellas suelen ser lenguas nacionales o en algún caso plurinacionales, pero son escasas, por no decir ninguna, las que pueden considerarse patrimonio común de todos los pueblos. Ésta es la particularidad y la ventaja del latín: sin dejar de lado nuestras lenguas vernáculas, podemos hacer libre uso en la comunicación internacional de una lengua universal, que pertenece a todos y sobre la que nadie puede abrogarse más derechos que los demás. Ante otros intentos, en muchos casos efímeros o utópicos, de creación de lenguas artificiales con validez universal o internacional, el latín cuenta con el apoyo de veinte siglos ininterrumpidos de existencia y de uso efectivo y con realizaciones actuales, a veces menos conocidas.